miércoles, 27 de noviembre de 2019

Remate Hyuuga






El decreto oficial y de obtención de nuevas riquezas ha sido aprobado en la aldea. Todos los solteros serán subastados con el objeto de adquisición monetaria para la reconstrucción de la aldea. La transacción es equivalente a un día hábil de préstamo de servicios, acciones o cualquier cuestión que el comprador necesite


—Esto es completamente estúpido— las palabras salieron de sus labios en un suspiro innecesario.

Un brazo pasó por sus hombros y lo atrajo hacia si mismo.

—No dejes que la quinta te escuche o estarás en problemas— Su sensei le susurró bastante serio. — ¿Sabes? Yo te ayudaré.

Le dedicó una sonrisa cómplice y salió del lugar como si fuese perseguido. Una tranquilidad lo invadió, posiblemente debido a la insistencia y poder de convencimiento de Gai, podría librarse de esta situación absurda. Por más buenas intenciones que se tiene con este evento, el hecho de verse él implicado lo jodía demasiado.

—Neji, no debes preocuparte, luego de que me subasten no quedarán muchas interesadas en ti- Habló su compañero y mejor amigo con una sonrisa socarrona en el rostro.

Con una pose tan ridícula la bestia menor de la hoja pasó al escenario improvisado con la mejor actitud, sonriendo tan ampliamente, mientras Shizune mencionaba sus cualidades como ninja y persona.

Neji jamás olvidaría, con gran satisfacción, el rostro derrotado que puso su amigo cuando la única mujer que alzó la mano era una señora de edad avanzada que lo buscaba para realizar tareas en su hogar. Una media sonrisa escapó de su rostro. Observó fijamente la gran cantidad de personajes enfrente del escenario con sonrisas amplias, bastante sugestivas y realmente emocionadas al ver a los diferentes ninjas subiendo al escenario.

Suspiró ansioso al no ver a su sensei nuevamente, confiaba en él aunque era más su desesperación por librarse de todo eso. Y justo cuando comprendió que posiblemente Tsunade lo mandó por un tuvo su nombre siendo llamado por el altavoz le causó un estremecimiento en su cuerpo. Frunció el ceño con tal indignidad que pensó bastante en dar media vuelta y largarse de ahí. No iba a participar en tal bajeza pero en ese punto, cierto rubio lo empujó con fuerza forzándolo a subir al maldito escenario.

Dio media vuelta fulminando a Naruto quien solo sonrió divertido. Caminó con los brazos cruzados hasta la posición donde le indicaron observando a las mujeres de la aldea cuchicheando al verlo.

Posiblemente Lee tenga razón y nadie pujaría por él.

— Ante ustedes, Neji Hyuuga, el único Jounin de su generación, hombre 18 años, complexión atlética perteneciente a uno de los clanes mas respetados de la aldea. Es de pocas palabras, por lo cual podrán ser escuchadas sin problema. Un caballero de primera y vamos, realmente apuesto.

Frunció el ceño ante esto último. Parecía que lo ofrecían como un pedazo de carne más. Cerró los ojos frustrado al escuchar iniciar su subasta. Maldecía a todos por tal humillación.

El estruendo de las voces femeninas, de la presentadora y cualquier otra cosa pasó desapercibida en ese punto. Los latidos se escuchaban en sus orejas, la siguiente subasta era aquella por la cual había ido en primera cuenta. Realmente agradecía la poca comunicación que Neji tendría con cualquier persona, eso podría facilitarle todo el proceso. Ser la única que pujará por él. Y podría no gastarse todos sus ahorros.

— Empecemos entonces...— La voz de Shizune resonó y su mano tembló ligeramente al intentar levantarla a pesar de los nervios ante eso.

¿Qué diablos pensaría el Hyuuga en ese punto? Posiblemente podría excusarse de que alguien más lo comprara, aunque nadie más pujaría y ¿podría usar esa excusa? Dejó sus ideas de lado y su mano se elevó levemente.

— ¡Aqui, 20, 000 ryou! — Una voz ajena a la suya resaltó entre la gente.

Con los ojos como platos siguió el origen de la voz encontrándose a Fuu con una sonrisa acompañada de un sonrojo. ¿Qué diablos hacia esa mujer ahí? ¡No era de Konoha! ¿Acaso había venido exclusivamente para esto?

Una segunda voz se escuchó a lo lejos.

— ¡Yuju, 25,000 ryou, aquí!— Tenten siguió la voz abriendo los ojos en totalidad al ver quien había hablado.

Neji asustado ante escuchar que simplemente alguien se hubiese animado a pujar, a pesar de su afirmación de que nadie lo haría, abrió los ojos encontrando a esa chica Fuu mirándolo con gran calidez e inmediatamente una segunda voz surgió del lado contrario. Siguió la voz, sintiendo como la vergüenza se le notaba en todo el rostro al ver a Gai con un vestido y ridículamente maquillado, levantando la mano obviando que él era la segunda persona que había pujado por él.

Esa era la ayuda que su sensei le había prometido.

Con una mueca ridícula observó todo esa desastre. Una tercera mujer habló, la recordaba del escuadrón en una misión A con otros Jounnin. Maldita sea. Todo se había descontrolado y no sabía, a ese punto que era peor.

— 35, 000 — Habló la chica Jinchūriki observando con una mueca fastidiada a las demás interesadas por el Hyuuga.

Tenten contempló todo con la boca entreabierta ¿de donde mierda habían salido esas chicas? Exceptuando al ridículamente Gai vestido, el par de chicas restante ¿estaban interesados por Neji? Subestimó por total completo toda la situación. Una tercera chica más se unió a la subasta. Una rubia con una sonrisa bastante coqueta observando al Hyuuga. Las nauseas acudieron a su cuerpo. Había subestimado totalmente el atractivo del Hyuuga, vamos, era de los ninjas más apuestos en la aldea ¿cómo pudo ser tan idiota? La ira embriagadora comenzó a invadir su pequeño cuerpo con violencia al escuchar las voces femeninas.

— 50, 000 ryou.

—65, 000.

Neji no podría estar mas fastidiado, los chicos atrás se asomaban divertidos ante semejante lucha por su compañía.

—68, 000 — bramó Gai, era su última pujada, no podría ayudar más a su alumno o terminaría quebrado.

Fuu sonrió divertida, una de las chicas apretó los labios ante su impotencia de no tener más dinero. La victoria se acercaba a ella de una forma bastante satisfactoria.

— Ofrezco 70, 000 ryou— La chica perteneciente a otra aldea se acercó levemente, con la intención de ver reclamado su premio próximamente.

El Hyuuga le había interesado desde que lo vio y cuando la noticia de su subasta, aunque sea un día, no pudo ser más perfecta. Se encaminó a Konoha sin dudar, con dinero en su fargo. Sus planes con el ninja se abrían paso en su cabeza sin poder detenerse.

—100, 000 ryou — bramó con determinación una quinta voz sobresaliendo del ruido por su intensidad.

El genio abrumado buscó a la dueña de aquella voz, que en medio de la conmoción no reconoció de inmediato. Una castaña con una sonrisa feroz observando a Fuu llenó su visión y un sentimiento tranquilizador recorrió su cuerpo.

Tenten observó a Neji con una sonrisa.

Pero aquella oferta no hizo más que emocionar a la portadora de un Bijuu que ofreció aún mas fuerte que la castaña y una lucha de quien pujaba más se desató con miradas intensas y ceños fruncidos.

Neji tenia un tic en el ojo al observar a las dos féminas, mientras escuchaba las risas de sus amigos a la espalda.

—Puedes irte al infierno— susurró la castaña para si misma y sin mas preámbulos— 250, 000 ryou— gritó hacia Shizune apretando la mandíbula.

— ¿Así lo quieres? 500, 000 ryou— duplicando la oferta de la kunoichi de la hoja. Unas risas y exclamaciones procedentes de las chicas presentes se escuchó a la parte. —Es mi oferta final.

Shizune se mantuvo callada observando a las chicas un poco nerviosa por su feroz comportamiento y ante el silencio de la castaña supo que de alguna forma había marcado el final de esa reñida subasta. Tenía aún más ninjas que subastar y parecía que el día no alcanzaría.

—Bueno, 500, a la una, a las dos…

Neji suspiró desde su lugar, eso realmente había sido vergonzoso algo que el detestaba. Realmente preferiría que nadie haya pujado, pero de haber ganado prefería por mucho a su compañera de equipo.

— 750, 000 ryou— gritó con más fuerza de la necesaria la castaña silenciando a todos.

Observó a Fuu apretando la mandíbula y una sensación satisfactoria llenó su cuerpo.

—¡Vendido a Tenten!

Risas y celebraciones se escucharon cuando Tenten subió al escenario con una resplandeciente sonrisa y reclamó su premio jalándolo lejos de toda la gente una vez que haya dado una gran parte de sus ahorros. Ahora no se preocuparía por eso.

—Tenten, deja de jalarme.

Ella lo soltó divertida dedicándole una sonrisa y sin más abrazando uno de sus brazos masculinos generando un quejido en el genio.

—Detente Neji, te he comprado por un día entero, tienes que hacer lo que diga. Mañana no quiero ese comportamiento mezquino tuyo que acostumbras cuando algo te desagrada.

Y con una sola mueca en los labios se mantuvo callado, satisfaciendo a la castaña.





***​



Neji dio unos pequeños golpes a la puerta, que no pudo terminar al abrirse la puerta con demasiada fuerza encontrando a Tenten aún en pijama. Entró sin dirigirle alguna palabra y con la expresión más sería que Tenten había visto.

—Neji — Se acercó invadiendo su espacio personal y presionando la arruga en la frente masculina borrandola por la presión. — Deberías estar agradecido por salvarte de una humillación aún peor con Gai o con Fuu aunque posiblemente querías que ella te comprara ¿no? — Un tono bastante diferente al acostumbrado destiló de su compañera.

La miró fijamente mientras ella hacia una singular mueca, que fue borrada en un segundo y sonrió apuntando la cocina.

—Quiero que hagas el desayuno, Neji.

El abrió los ojos anonadado ante tal petición. Que a pesar de que la tranquilidad invadió su cuerpo cuando la fémina ganó, pensaba que ella se enfocaría meramente en salir a algún lado o simplemente entrenar, a lo cual él le dejaría ganar. Aunque en esta posición no sabía como sentirse por que la petición no era del todo mala. Si ella se enfocaría en aligerar su día con tareas sencillas, no sería humillante para él. Aunque hacer ese tipo de cosas tampoco lo entusiasmaba por completo.

Se quejó por lo bajo para si mismo adentrándose a la cocina.

—¡Espera! Es bueno que trajeras una ropa diferente a la acostumbrada— Observó sus pans cómodos negros que solo un par de ocasiones había visto y que prefería en demasía que su ropa tradicional. Le tiró una prenda la cual atrapó en el aire —Cámbiate antes de cocinar.

La fémina lo veía con tal tranquilidad y hasta su tono de voz podría ser animado, que no podía excusarse por su mal trato. Y justo cuando iba a irse a algún sitio a cambiarse Tenten lo detuvo.

—Vamos Neji, cámbiate acá, solo es la playera ¿no?

A regañadientes procedió a quitarse la que traía dejando al descubierto su torso con notable vergüenza ya que sentía la mirada penetrante de la chica encima. Se acomodó adecuadamente la musculosa negra sin mangas que le había dado y frunció el ceño preguntándose que hacia Tenten con algo como eso.

La kunoichi observó desvergonzadamente el torso masculino con cicatrices y ese abdomen endemoniadamente marcado. Maldita mierda. Tuvo que reprimir un suspiro que moría por salir de sus labios. Una vez que observó al genio con esa musculatura que se adhería a su piel de una forma bastante ardiente, se acercó pasando por su cuello una cuerda y posteriormente ajustando algo en su torso. Un mandil para cocinar. La vergüenza estallaba en su rostro ante la mirada evaluativa de la castaña que tuvo que voltearse para reprimir una risa escandalosa.

Sabía que Neji no solía meterse a la cocina en la mansión Hyuga con bastante regularidad pero un desayuno sencillo de hot cakes y unos huevos revueltos que salieron ligeramente dorados pero que se comió gustosa en compañía de Neji junto a esa remera que la distraía bastante.

—Vamos de compras Neji. Quiero algunas cosas nuevas.

Sin poder chistar en lo absoluto salieron del departamento a las diferentes tiendas improvisadas en una zona de la aldea mientras seguía la construcción. En ese punto las cosas se pusieron un poco extrañas que ni el genio Hyuuga pudo interpretar del todo. La fémina entrelazando levemente sus dedos con los de él en algunas ocasiones, acción a la cual él no se opuso y hasta el contacto le pareció agradable. Un poco perplejo de él mismo buscar el contacto femenino en una ocasión siendo descubierto.

Tenten pidiéndole que le comprara algunos dangos salados, sus favoritos y sentados bajo un árbol le pidió que se lo diera en la boca. Cosa que de alguna forma supo que avergonzó a ambos. Luego de algunas tiendas más le pidió que la invitará a comer a algún sitio.

Neji conociéndola como solo él lo hacia, la llevó a la barbacoa, uno de sus sitios favoritos donde estuvieron gran parte de la tarde en una charla amena, risas bajas y miradas bastante intensas.

Regresando a la casa Neji estaba bastante confundido. Su mal humor era evidente al inicio del día y en algún punto este desapareció, disfrutando plenamente su tarde con la kunoichi haciéndola placentera.

—Estoy bastante cansada — Miró al genio con malicia— Cargarme Neji — ordenó haciendo un ligero puchero.

Él frunció el ceño— Ya estamos cerca…

—No te he preguntado nada, te lo he pedido.

Con una mueca y posicionando bien las bolsas de las compras hechas que ya estaba cargando entre sus brazos a la fémina con suma vergüenza al ser observados por algunas personas que caminaban por ahí cuchicheando y riendo ante tan acto vergonzoso. Aunque ciertamente él veía muchísimas cosas de esa forma, cualquier cosa que el no hacia normalmente y sobre todo llamar la atención. Una sonrisa juguetona en la castaña sin quitarle los ojos chocolates de su rostro solo ocasionaron que su nerviosismo creciera en demasía. Se cruzó a algunos de su clan que lo observaron realmente confundidos.

Suspiró agradecido al llegar a su destino soltándola y desviando el rostro unos segundos mientras se recuperaba. Dejando las cosas de lado para sentarse luego de las horas pesadas de compra. Jamás consideró a Tenten del tipo de chica que tardaba tanto para adquirir un producto aunque ciertamente estas fueron armas.

Ella salió del baño con una ropa más cómoda, unos sencillos shorts negros y una blusa de tirantes rosada pidiéndole un masaje en los hombros que estaban matándola. Se sentó dándole la espalda y esperando el contacto masculino.

—Tenten...— intentó protestar.

—Neji, empieza de una vez.

Dejó salir un quejido de sus labios mientras colocaba las manos en los hombros femeninos y comenzaba a intentar reducir la tensión en la zona, acción que jamás había hecho en ninguna persona más que en algunas partes propias de su cuerpo. La calidez del cuerpo contrario lo desconcertó y más al escuchar los sonidos de la chica provenientes de su boca al disfrutar el gesto. Hundió aún mas sus dedos en sus hombros causando un gemido de dolor y de satisfacción por su precisión en los puntos en los cuales tocar, sintiendo los músculos mas suaves aunque siguiendo con su tarea al sentirse realmente estimulante escuchar los sonidos femeninos siendo arrebatados de sus labios.

La piel contrario comenzó a quemarle por completo, causando que el calor invadiera su cuerpo generando ansiedad y justo en ese punto una reacción física involuntaria se abrió paso, pasmandolo en su sitio deteniendo sus manos y movimientos. Sintió la erección apretando sus pantalones y apretó con fuerza los labios ¿cómo diablos había llegado a ese punto? Y antes de poder meditar sobre el asunto la castaña se levantó con una sonrisa.

— Eso ha sido realmente bueno, debería pedírtelo más a menudo.

Nunca más, pensó el Hyuuga con cierta suplica.

—Ahora ¿podrías acariciar mi cabello? — Sentándose a su lado en el sillón, a lo cual el Hyuuga cubrió su aún existente protuberancia con las manos con discreción.

La miró detenidamente preguntándose por tal extraña petición aunque a fin de cuentas y sin opción aparente aceptó observando a la castaña liberar por primera vez en años su particular peinado dejando a la vista su largo cabello. Neji comenzó a recorrer con sus dedos la cabellera con suma delicadeza de no jalar absolutamente algún cabello. Y las caricias fueron frecuentes hasta que vio como los parpados femeninos se cerraban mientras ella se apoyaba en su hombro con bastante familiaridad, considerando que jamás habían estando a esa distancia.

Se detuvo segundos después que los parpados no volvieron a abrirse y una calidez inexplicable de verla apoyada en él con total tranquilidad lo llenó. ¿Debería irse? El día aún no acababa aunque Tenten yacía durmiendo.

Solo un momento más, pensó intentan justificar su negativa a irse.

Súbitamente la chica abrió los ojos de repente observando todo a su alrededor y ciertos ojos malva observándola de forma penetrante. Se incorporó abrumada y sonrojada por la cercanía y sonrió un tanto avergonzada.

—Se que ya es tarde, pero tengo un último pedido y podrás ser libre de irte.

Neji asintió ante la afirmación, sintió como lo guiaba a su habitación, que cabía destacar que jamás había entrado lo cual le generaba demasiado nerviosismo. Se removió incomodo una vez que tomó asiento en la cama y observó los grandes ojos avellanas mirándolo con color en las mejillas. Y eso abrió una idea en su cabeza.

—Tenten no puedes pedirme eso…

La castaña lo miró confundida, observándose detenidamente ambos y sintiendo el color subiendo a sus rostros.

—No, no, no mal pienses. Solamente quiero que cierres los ojos y que no hables. Es todo.

Frunció el ceño confundido ante tal petición, pero ante algo bastante sencillo accedió a hacerlo, a fin de cuentas era lo ultimo y podría librarse de eso.

Tenten suspiró levemente al tener a Neji enfrente suyo sin esa mirada inquisitiva siguiendo sus pasos, así que se decidió a observarlo sin medición. Acariciando levemente su cabello que siempre le había causado gran curiosidad sorprendiéndose por su suavidad. Tal vez debió pedirle que la dejara peinarlo, era tarde para eso. Se acercó sintiendo su aroma característico, tan masculino y que en ocasiones la distraía en demasía. Sintió su aliento chocar con el cuello masculino y la ansiedad cobró vida en su organismo. Viera desde la perspectiva que quisieran, aquella salida no pudo ser otra cosa más que una cita, cosa que desde el inicio ella había pensado, solo que darle ese nombre al Hyuuga hubiese alterado las cosas tensándolas. Y es lo que menos quería.

Ellos coincidían tanto, encajando a la perfección a pesar de las personalidades distintas solo que jamás vio algún indicio en el hombre y eso acrecentaba su inseguridad. Así que la subasta había sido perfecta en es punto.

Se colocó enfrente suyo observando cada facción en su rostro impasible y sin poder contenerse recorrió con su dedo, en una suave caricia, sus mejillas, parpados y nariz respingada, cosas que de una forma normal jamás podía hacer y sabía que si él la estuviera viendo su maldito nerviosismo no la dejaría hacerlo. Contempló fijamente sus labios finos que se encontraban en una simple linea. Y si los tocaba. Eso no sería suficiente y ella lo sabía sin dudar.

No le bastaba tocarlos.

Siendo presa de sus impulsos acortó la distancia hacia el rostro masculino, cada vez un poco más sintiendo un corazón intentando salirse de su lugar. Un suave y delicado roce fue suficiente.

Los orbes malva se abrieron encontrando a Tenten a una distancia inexistente, sintiendo el roce de los labios con los suyos.

La fémina retrocedió trastornada con la mano cubriendo su boca y el genio pudo apreciar como el color carmesí cobraba vida en todo su rostro sin reparo. Escuchó sus propios latidos en sus oídos fuertes y claros a la par que su rostro adquiría color.

Ella lo había besado.

¿Acaso eso era lo que había querido desde el inicio? Tragó saliva intentando pasar el nudo en su garganta que le impedía articular palabra alguna. No le había desagradado en lo absoluto, por lo contrario, el había querido más.

El huracán de emociones desarrollándose en su interior le impedían pensar con claridad y más ante el ambiente incomodo que se cernía entre ambos.

Sin articular alguna palabra, el masculino se levantó dirigiéndose, sin mirarla, hacia la salida de la vivienda. Solo podía escuchar la marcha desenfrenada de su órgano cardíaco. Sostuvo la manija, deteniéndose antes de girarla y volviendo en sus pasos.

Entró en el cuarto observando a la castaña en su mismo sitio, sus miradas se cruzaron unos segundos.

—Continuemos con esto mañana.

Y sin más dio media vuelta ante la afirmación de una castaña muda, saliendo del departamento.

Debía controlar el caos en su interior esa noche y así mañana podría volver más.

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