viernes, 22 de noviembre de 2019

Regresaré a tu lado, a pesar de todo [Gym de escritores]


 



 Los pasos en la escalera sordos y certeros de aquel rústico edificio de más de diez pisos. Apretó los labios cansada, evitando que el suspiro que se encontraba aprisionado en su garganta brotará, como cada día que subía las escaleras.



Por qué odiaba que aún luego de seis meses el maldito elevador siguiera averiado aún cuando los reportes le habían llegado al dueño y es que realmente no le importaba subir, aunque ese día era diferente. Era una completa mierda. La habían despedido de su empleo, al rechazar de forma tangente las insinuaciones de su jefe vulgar y rabo verde. Ella jamás conseguiría un ascenso de esa forma y rompiendo con todas las creencias que tenía. A fin de cuentas estaba en una relación estable y ella era ferviente a la fidelidad a sus propios sentimientos, respeto por la otra persona además de el amor intenso que él le evocaba. Por qué él era diferente al resto, un escritor amateur que la miraba con tal intensidad que le arrancaba el aliento, esa sonrisa torcida que solo le era de ella.



Lo había conocido por coincidencia y una sola mirada fue más que suficiente. Aquellos orbes ámbar la habían atrapado, aquel hombre había sobrepasado sus parámetros. Un tabique nasal perfecto que jugaba armoniosamente con sus mejillas pronunciadas y esos labios carnosos. Todo esto aunado a su carismática personalidad y espontaneidad, además de ser realmente intenso la llevo a confirmar, sin ninguna duda, que estaba completamente enamorada.



¿Cómo no iba a estarlo? Cuando él la miraba de esa forma solo a ella, le dedicaba esa sonrisa arrebatadoramente cautivadora solo a ella.



Rebuscó entre sus bolsas con gran parsimonia encontrando la llave e introduciéndola en la puerta de entrada. Aunque se quedó estática en su lugar al escuchar un sonido brotar de su departamento. Un vacío formándose y un fuerte golpe en la boca del estómago que le privó de aire durante unos segundos. Su boca quedando por completo seca. Una incontrolables ganas de dar media vuelta y alejarse se apoderaron de su cuerpo, sin embargo a la par una deprimente rabia y valentía la impulsaron a girar la llave e ingresar con los latidos retumbando en sus orejas.



Se quedó de pie en media sala, en un completo y asfixiante silencio. Justo cuando iba a dejar salir el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta, y pensando que nuevamente volvía a imaginar cosas equivocadas, el sonido hizo eco en el departamento con gran intensidad y sintió realmente que el corazón se le detenía. Las piernas le temblaron y una sola voz retumbó en su cabeza de forma contundente.



No estas demente.



Y con esa frase dándole valentía a su cuerpo, sus piernas se movieron ingresando a su habitación encontrándolo a él, en ausencia de la soledad que siempre mencionaba que le hacía compañía.



Una mujer encima suyo, con una sonrisa de completa satisfacción y el tomándole las caderas para ayudar a su movimiento.



El vomito acudió a su garganta con fuerza y lo retumbo cuando su mirada se encontró con la de su pareja, quien le sonrió levemente.



Su mente quedó en blanco y antes de pensar en absolutamente nada, sintió como caía en un oscuro vacío con los gritos de su interior haciendo eco.



Fue consciente nuevamente cuando el agua de un charco le salpicó todo el rostro, metiéndose en su boca debido al transito descuidado de un conductor. Abrió los ojos confundida al verse en una calle lejana de su departamento, las piernas temblando y el rostro en una mueca imborrable.



No estaba loca, no estaba alucinando ¿cierto?



Ella lo había visto con otra mujer en la cama donde dormían, un día después de haber tenido intimidad con él y le había sonreído.



Otra vez.



Una tras otra vez.



Y ella no entendía para nada por que él lo había hecho, mientras las lágrimas picaban sus ojos anunciando su pronta salida y algunas personas cuchicheaban al pasar alado suyo, pero a ella no podía importarle menos.



Ella accedía a intimidar con él cada le daba ganas, estaba viviendo en su departamento y había aceptado ese empleo mediocre por mantener la vida cómoda que tenían. Entonces ¿por qué? Imágenes acudieron a su cabeza sin descanso, punzando heridas y las cosas que ella había reprimido.



Esas miradas jamás habían sido exclusivamente de ella, ni esa sonrisa, ni esa encantadora forma de ser. Ella lo tan bien al verlo sonreírle así a las meseras de los lugares donde iban o cualquier mujer que se encontrara, siempre dándoles cosas que solo debería darle a ella.



Y cuando lo encontraba revolcándose con otras mujeres en su cama, ella negándose a lo visto, huyendo intentando borrar la imagen y al regresar dispuesta a terminar con toda esa mierda, él, con esa maldita labia al hablar y poder de convencimiento, la convencía de que ella había imaginado cosas, que estaba delirando por el estrés del trabajo y que debía creerle, que jamás le haría algo como eso. Eso había sido al inicio. Luego, agregado a eso y al ver que no podría seguir negando lo evidente, juró que jamás se volvería a repetir y que solamente la amaba a ella.



Lo dijo una y otra vez de nuevo sin descanso, olvidando cuántas veces lo había dicho.



Y ella le creía.



Negándose a la posibilidad de que alguien tan perfecto como él pudiese engañarla y más cuando le dedicaba esas miradas que le robaban el aliento, alguien que le preparaba el café todas las mañanas y la había aceptado cuando ella le pidió salir, no podía creerlo. Él la amaba, lo demostraba cuando sus alucinaciones la traicionan y el la recibía con un ramo de flores y sus chocolates favoritos.



Ella lo había perdonado incontables veces. Y esa no seria una excepción.



Ella no podía vivir sin él, no podía volver a la soledad que la atormentaba.



Emprendió su caminar hacia su departamento sintiendo el cuerpo moverse por inercia ya que la fuerza se había escapado de su organismo. Su estomago revuelto y la visión borrosa por las lágrimas que querían salir pero se negaba a permitir, mordiendo su labio inferior con fuerza. Pasó cerca de una tienda de ropa y su reflejo resplandecía en los ventanales donde exhibían a los modelos y se contempló. Su simple reflejo le daba repulsión, con aquella mirada derrotada, las mejillas sonrojadas y lo realmente patética que se veía, con kilos de más por la cantidad de chocolates recibidos y su ansiedad intentando ser silenciada con grandes cantidades de comida. Sus labios temblaron ante la visión dada.



Un estallido en su interior se originó desde lo más profundo, haciendo metástasis en todo su cuerpo, generando un pequeño sollozo que intentó reprimir pero era demasiado tarde. Los ruidos lastimeros comenzaron a salir de sus labios sin poder detenerlos y las lágrimas brotaron cual río haciendo eco a su interior.



Lo odiaba tanto, por hacerle eso, lo odiaba por esas malditas palabras que sabía elegir para convencerla de quedarse a su lado y seguir manteniéndolo que ahora sabía que era la razón que lo mantenía a su lado. Lo odiaba por ser tan endemoniada mente atractivo. Lo detestaba por jamás presentarla como su pareja y más que nada lo odiaba por haberse metido en su vida.



Intentó respirar entre sollozos ya que le costaba inhalar aire. Sus piernas perdieron fuerzas y terminó cayendo sin ganas de levantarme.



Sin embargo ella no lo odiaba solo a él, sin lugar a dudas se odiaba a si misma con mayor intensidad. Por permitirle hacerle eso y destruirla, por creerle cada una de sus mentiras. Ella estaba tan decepcionada de si misma, de haber llegado a todo eso y aún así quererlo tanto.



Y aún a pesar de todo eso, cuando recobró la fuerza en sus piernas, regresó a su lado.




¡Hola, queridos! 

Este escrito fue hecho para una actividad en la cual estaré participando, de una muy buena amiga soñandounodetussueños, la cual se llama Gym de escritores en la cual cada semana es diferente y me parece super interesante para poner a prueba mis habilidades y más con los originales que no suelo manejar mucho.

El reto de esta semana fue la sensación de la decepción siendo esta como principal y utilizando tres palabras más: 

  • Tabique
  • Nuevo 
  • Estallido


Espero realmente haber logrado el reto y esperaré sus opiniones 🐇



     

5 comentarios:

  1. ¡Aish! Tontas mujeres, me esperaba un final diferente, la verdad, pero aish, hay tantos casos así, de que las mujeres son tan boludas por amor y que un hombre puede ser tan manipulador para jugar con los sentimientos y la voluntad de alguien que lo ama y le perdona todo.

    Tenía la esperanza, una ligera esperanza que al verse en el espejo reaccionara ¡y aish! No sólo la decepción está en los personajes, sino que el lector la siente cuando ve que ella sabiendo todo lo que sabe, decide volver a su lado.

    Me gustó muchísimo. Muchas gracias por sumarte a la convocatoria.

    ¡Un abrazo!

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    1. ¡Muchas gracias por comentar, aveces permanecemos ciegas a algo que es bastante evidente, la soledad colandose es bastante horrible y mucha gente prefiere estar en algo toxico a su propia compañia.
      Me alegra mucho que te gustara, ha sido un placer ser leida por ti <3

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  2. Hola guapa!
    Me ha encantado, me has tenido en vilo durante todo el rato. Te sigo leyendo!!
    Un beso

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    1. ¡Muchisimas gracias por leerme! Es bueno que te haya provocado cosas el relato, que esa era la intención. Será bueno tenerte por aqui c:

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  3. Vaya que triste, creo que de manera general las personas pueden llegar a engañarse con ciertos aspectos de su vida que creen tener y permanecer cegados por siempre.

    Realmente transmite el sentimiento principal de la convocatoria ¿cómo puede existir gente así?

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