Color melocotón [Nejiten]

Las armas recorrían la distancia a una velocidad impresionante, intentando dar a su objetivo; sin embargo eran repelidos con gran habilidad por su contrincante que se hayaba familiarizado con sus técnicas de combate a larga distancia.



Se limpió el sudor con el brazo y procedió a acercarse para luchar cuerpo a cuerpo. Aunque no era su fuerte en comparación con él, podría hacerle frente y aprovechar su punto ciego.



Con ayuda de un bô comenzó a atacar sin dar un descanso a su contrincante, que se movía con tal velocidad, similar a la suya. Un vaivén de movimientos que podría parecer un baile impregnado de pasión.



Sonrió al idear algo en su cabeza, y se alejó levemente dando un salto hacia atrás, escondiéndose levemente entre la Arboleda. Una vez que realizó su plan con total discreción, se precipitó hacia el que permanecía respirando con gran concentración en el centro del campo, para lograr predecir sus movimientos.



Se enfrascaron en una pelea intensa nuevamente y justo cuando él le iba a acentar un golpe firme en el pecho, desapareció. Comisionado intentó buscarla entre los arbustos en todo el perímetro, aunque cuando logró dar con ella, era demasiado tarde.



Ella venía desde arriba y él no pudo esquivarlo.



Había sido un golpe sucio.



Ambos cuerpos se estrellaron llevándolos hasta el suelo, ella encima quien dejaba salir una carcajada. Sujetó con habilidad ambas muñecas masculinas con fuerza para impedir los movimientos y posicionó ambas rodillas entre sus piernas para evitar cualquier movimiento.



—Tenten, has jugado sucio.



Ella sonrió divertida, aunque hizo una mueca totalmente indignada.



—No se de que estas hablando Neji, el kage bushin es completamente válido, que casi nunca lo utilice y que te sorprendiera con eso, no es problema mío. Tu Byakugan está fallando.



El genio frunció el ceño, era una pelea cuerpo a cuerpo, claro que no era válido.



Mirándose con total desaprobación, él abajo y ella desde arriba. De forma súbita ella depositó un ligero beso en la frente masculina que no estaba cubierta con su banda.



Neji abrió la boca realmente confundido y un ligero tinte coloreó sus mejillas.



—¿Qué?— Es todo lo que alcanzó a decir, quedándose sin palabras por primera vez.



—¿Qué sucede? Estamos saliendo después de todo ¿no puedo hacerlo?



El Hyuuga cerró la boca con fuerza, el no era para nada expresivo y tal acción alteró sus entrañas, ella era todo lo contrario a él, aunque jamás había intentado más allá que tomarle la mano.



El aroma característico femenino se adentró a sus fosas nasales y un sentimiento muy satisfactorio lo abrumó, la tenía bastante cerca. Apartó su mirar de los orbes castaños con la esperanza de no haber sido descubierto.



— Te irás un largo tiempo de misión y me harás falta.



Él la observo confundido, estaba siendo aún más expresiva que de costumbre y tales palabras y acciones lo abruman en exceso. O posiblemente ¿había estado conteniéndose ante el? Apretó los labios ligeramente. Tenerla encima le impedía pensar con claridad.



—Tenten…— dejó salir en un intento de decir algo, aunque las no vinieron a su cabeza.



Ella simplemente se inclinó y atrapó los labios masculinos en un tímido y dulce beso.



El aire escapó de los pulmones del genio ante la acción tan imprevista. Sentir la textura y el sabor de los labios de Tenten fue un choque tremendo que alteró hasta la última de sus células. Correspondió al beso con torpeza y su estómago dio una completa vuelta cuando los dientes de la fémina atraparon sus labios en un leve mordisco.



Su cabeza convertida en un huracán categoría cinco y todo se fue al demonio cuando la lengua de ella recorrió el contorno de sus labios.



Santísima mierda.



Ella se alejó para recuperar el aliento y la cordura ya que su interior era un desastre, pero necesitaba hacerlo, demostrarle sus sentimientos arrasadores antes que el se fuera durante medio año. Y aunque su interior moría de vergüenza, lo había logrado.



Él la observó catatónico y un abrumador sonrojo aperló sus mejillas de marfil.



Tenten sintió un golpe de ternura completa al verlo de esa forma, abajo suyo, conmocionado y con aquel color realmente adorable en sus mejillas.



Neji apartó la mirada al ver la sonrisa divertida de la castaña con gran vergüenza. Ahora él no entendía como iba a soportar medio año sin volver a probar esos encantadores labios color melocotón.



Ese sería su maldito infierno.