jueves, 10 de septiembre de 2020

Gazes to the soul 2: Confrontación "rapida"


 Tenten


Neji había estado más callado de lo que usualmente acostumbraba, ignoraba olímpicamente sus intentos de charla que intentaba comenzar. Tal vez tenía esos días donde se levantaba de un pésimo humor, como en ocasiones había presenciado.

Se acercaron al área donde posiblemente se encontraban los ninjas que se habían apoderado de los pergaminos, de acuerdo a los reportes otorgados por la Hokage. Los habían rastreado hasta esta área, por lo cual se podría suponer que su guarida estaba cerca.

El Hyūga usó su byakugan para detectar su exacta ubicación.

―A doscientos metros, zona oriente, en un claro oculto entre algunos árboles y arbustos, son dos personas.

La kunoichi confirmó con la cabeza y aumentamos la velocidad, con los sentidos activados ante cualquier emboscada. Súbitamente el castaño se detuvo a unos 100 metros de nuestros objetivos.

― ¿Cuál es el plan?―. Ella esperó a que él evaluará la situación, mirándolos a la distancia.

Sus ojos característicos adornaban su rostro, de alguna manera aunque a muchas personas les parezca poco agraciados, verlo ahí de pie mirando al enemigo situado a algunos metros, su porte y figura eran bastante masculinos.

Frunció el ceño ante algo que apreció con su byakugan y evaluó todo el alrededor.

―Están...muy confiados, no aprecio actividad en toda el área. Nos están esperando.― Habló seriamente.― Has un ataque a distancia, para determinar su poder.

Sus ojos se encontraron con los de ella para demostrar que había entendido el plan. Asintió mientras el calor cubría sus mejillas, ante pensamientos fuera de lugar.

Comenzó a saltar entre los árboles, para acercarse lo más posible para poder atacar a los ninjas enemigos. Estando a unos escasos 10 metros los observó, evaluado cada factor y variable que podría surgir y el área de movilidad. Tenten agarró dos de sus pergaminos y saltó algunos metros con una sonrisa en el rostro, se desenrollaron mientras una cortina de humo ocultaba ligeramente su ubicación. Una vez que su objetivo se encontró a la vista, lanzó fuertemente una gran cantidad de armas, directo al blanco, como era costumbre.

Al descender en la rama de un árbol frondoso, examinó mi objetivo, encontrándolo completamente desierto. El asombro inundó su ser y sin esperarlo un golpe sacudió mi rostro, alejándola algunos metros. Antes de chocar con un árbol, sus sentidos se activaron y consiguió componerse.

Recorrió sus labios con su antebrazo, limpiando la sangre que brotó de su boca mientras la adrenalina recorría sus venas al tener enfrente  al ninja más alto. Ese golpe la había tomado por sorpresa. A unos pocos metros estaba el Hyūga consternado mirando fijamente al otro ninja que era más pequeño y poseía fija una sonrisa de autosuficiencia. Desvió levemente la mirada y ambos orbes se encontraron, eran oponentes fuertes.

―Vamos a bailar― habló el más alto del par, dedicándonos una sonrisa burlesca.

El ninja se movió y Tenten no pudo verlo. Su velocidad era anormal. En un solo instante estaba a su lado, propinándole una patada en el abdomen. La fuerza del ataque provocó que la kunoichi se estampara contra un árbol.

Al fijar su vista castaña al combate del Hyūga, una sonrisa escapó de sus labios. Aunque la velocidad de los adversarios era increíble, el genio alcanzaba esquivar la mayoría de los ataques de su enemigo y de alguna forma contraatacaba, pero sin poder acertar. Tenten era la más lenta del equipo, considerando el gran entrenamiento que llevaba Lee y Neji que dedicaba cada tiempo libre a perfeccionar cada aspecto de sí mismo.

―Concéntrate en tu propia pelea― gritó su enemigo seguido de una gran oleada de ataques físicos.

Como pudo intentó moverse para escapar de sus puños y patadas, sin embargo muchos dieron en el blanco. Años entrenando con los miembros de su equipo que eran especialistas en taijutsus o enfrentamientos físicos y seguía siendo tan incompetente. Necesitaba tomar distancia.

Saltó fuera de su alcance en un corto segundo. El tiempo era limitado por lo cual desenrolló su pergamino invocando una docena de sellos de los que posteriormente brotaron grandes bolas de fuego dirigidas rápidamente hacia al ninja. La colisión de ellas causó una gran explosión. A causa de esto fuimos expulsados por el choque de las fuerzas. La castaña sonrió de medio lado mientras respiraba entrecortadamente con aire victorioso. Había utilizado una elevada cantidad de chakra.

Un movimiento casi imperceptible alertó sus sentidos, sin poder creerlo interceptó un ataque mortal proveniente de su adversario con ayuda de un Bō. Se alejó como pudo para recuperarse un segundo. El enemigo se movía un paso delante de ella, como si supiera su destino o como si leyera su mente para ver sus movimientos futuros. El ninja había evaluado sus ataques y no permitía que tomara la distancia suficiente para poder atacarlo nuevamente.

En uno de sus rápidos y fuertes ataques logró bloquearlo, percibiendo una de sus manos al rojo vivo, como si su ataque lo hubiera alcanzado, pero eso era imposible porque él era demasiado rápido o quizá, solo quizá...

Una idea creció rápidamente en su cabeza, observó a su compañero que atrapó su mirada  y afirmó con la cabeza. Él igual lo había comprendido. Ellos no eran veloces, simplemente tenían la capacidad de alentar a sus contrincantes. Le dedicó una sonrisa a su rival y él respondió con una mueca de enojo.

Utilizó un Jutsu de sustitución para alejarse y lograr realizar los sellos necesarios. Diversas armas brotaron a su alrededor y sin esperar ninguna señal fueron directo a dar en el blanco a su presa. Él se borró del sitio, intentando esquivar las armas letales. Algunas al incrustarse explotaban reduciendo las posibilidades de escapar. Otras se movían nuevamente con ayuda de los hilos que tenía sujetos en ellos, como si pudieran olfatear al enemigo.

Las manos femeninas danzaron en veloces movimientos hasta que lo perdió de vista. Bajó del árbol donde estaba, ansiando localizar a su objetivo. Fue en ese momento que todo sucedió en un solo segundo. Sin poder esperarlo ni saber de dónde emergió el enemigo sujetando su antebrazo, llevándolo atrás de su espalda con gran brusquedad y sentándose encima suyo, en su espalda. Lo cual en consecuencia provocó que la kunoichi cayera de frente en el piso. Él la había inmovilizado completamente. Un flujo que iba en crecimiento inundó mi pecho. Ira. La incapacidad de poder enfrentarse a alguien tan débil y su falta de determinación; estaban haciendo estragos en su cabeza.

Recorrió el campo de batalla hasta localizar a su compañero de equipo quien le observó detenidamente por unos segundos. El ninja que él enfrentaba se alejó de ahí con evidentes daños en el cuerpo, saltando de árbol en árbol.

Neji vendría a ayudarla. A fin de cuentas éramos compañeros de años.

Sin embargo, no fue así. Dirigió su mirada el camino hacia donde se fue el que seguramente tendría el pergamino que teníamos que recuperar. El Hyūga apartó aquellos orbes exóticos de los de color avellana y en una sola acción desapareció.

Una punzada perforó su pecho, sintiéndose traicionada, estúpida e indefensa. Las palabras del Hyūga recorrieron las paredes de su cabeza "Lo más importante es completar la misión sin pensar en las consecuencias resultantes". Una oleada de ira embriagó su  abdomen y apretó fuertemente los dientes. Era una completa idiota al hacerse falsas esperanzas y de haber sentido algo más por una persona tan despreciable como él.

Ante aquel escenario tan amargo en su cabeza, comenzó a procesar cada opción disponible: soltarse o enfrentar a la muerte sin inclinar la cabeza. El ninja encima presionó más fuerte su brazo y escuchó su muñeca tronar ante su agarre. Intentó forcejear y en ese momento una idea se plantó en su mente.

La mano que presionaba contra el suelo la movió levemente, sintiendo cada uno de sus dedos que estaban entumidos por el peso ejercido. De alguna manera los dedos de su muñeca rota, que estaban en su espalda, se movieron ligeramente, lo cual atribuyó a la adrenalina que inundaba su organismo. Esperando que funcionara jaló, con toda la fuerza que pudo emplear por su incomoda posición, sus manos hacia su cuerpo. Esto originó que las cuerdas de alambre que había sujetado al ninja se tensarán, ya que se encontraban rodeando un gran árbol a las orillas del claro, En consecuencia el ninja fue  apartado del cuerpo femenino. Sin esperar ni un solo segundo se incorporó levemente a la par que tensaba aún más las cuerdas logrando que se estampara contra él árbol. Finalmente lo sujetó fuertemente con las cuerdas generando laceraciones en su piel.

―No te muevas, si lo haces, lo sabré. ― Señaló los sellos explosivos que estaban en la longitud de las cuerdas y al menor movimiento los activaría.

El ninja le dedicó un gesto de odio que simplemente dejó pasar. Sin esperar decidió ir en dirección hacia donde su compañero se había esfumado. Un leve dolor en su muñeca emergió sentimientos negativos que hicieron de las suyas en mi cabeza.

De camino al sitio, alcanzó a ver a Neji Hyūga en el suelo, por lo cual saltó hacia el piso para poder encararlo. Él le dedicó una leve sonrisa presentándole el par de pergaminos en su mano. Consintió indiferente, entretanto la ira comenzaba a consumir su interior al no escuchar palabra alguna de preocupación dirigida hacia su persona.

Unas tremendas ganas de vomitar se apoderaron de su garganta y decidió abrir la boca.

―Pude morir ahí atrás, Neji.

Él le observó confundido, evaluándola desde la punta de los pies buscando heridas mortales evidentes, hasta alcanzar su rostro que conservaba una expresión de ira aunada con odio.

―Tenten ¿de qué estás hablando?―profirió calmadamente, tan típico en él.

―Ese ninja pudo haberme matado, aun cuando fuiste consciente de eso, decidiste irte, sin mirar atrás.― Quería bajar la cabeza, pero eso demostraría una debilidad que no quería atribuirse y mucho menos enfrente de él.

Su expresión se tensó y su semblante competía con el de una escultura de mármol, o aquellas de hielo que eran bastante populares hoy en día.

―La finalización de la misión, junto con el éxito...―. Lo interrumpió en su discurso.

Lo observó con desprecio, realmente ¿cómo pudo fijarse en una persona como él? La muerte era insignificante para el Hyūga, sin importar de quien se trátese.

―Entiendo perfectamente ese discurso, es solo que una mano no te hubiera costado tanto. Somos un equipo, deberíamos trabajar juntos, pero ahora puedo entender que lo más importante para ti es completar exitosamente la misión sin importar nada.

Mordió fuertemente su labio, evitando que palabras de más fueran dichas. Contuvo el aliento y levemente lo soltó observando a su compañero de equipo a los ojos. Él le devolvió la mirada y ligeramente pudo observar un ápice de sentimientos dentro de él, que probablemente querían salir.

―Tenten, eres una ninja. Nos enfrentamos a la muerte cada día, es el camino que elegimos. Confié en tus habilidades al dejarte en ese sitio.―Meditó levemente sobre lo que diría a continuación y la forma adecuada de hacerlo.―Eres la Kunoichi más talentosa de la aldea, no necesitas mi ayuda.

Ahí de pie, sosteniendo aquella dominante mirada y el viento soplando ligeramente entre los árboles provocando que algunas hojas desciendan levemente hasta alcanzar el suelo, la kunoichi escuchó dos lentos latidos que originaron un gran estremecimiento en cada parte de su cuerpo. ¿De verdad había escuchado bien?

Su sueño es ser tan grande y fuerte como Lady Tsunade, lograr alcanzarla. Ese había sido su camino ninja desde que era pequeña, pero justo ahora era una completa idiota. Impulsivamente se estaba comportando como una chica indefensa que necesitaba ser salvada, auxiliada y que no confía en su propia fuerza. Había entrenado duro cada día y noche, para ser más fuerte, para alcanzar el talento monstruoso de sus compañeros de equipo. Neji tenía toda la razón, eran ninjas, deben comportarse como unos y evitar que los sentimientos cieguen otros ámbitos de su vida.

El Hyūga, el chico prodigio de su familia aun siendo de la rama secundaria, el genio Hyūga, reconocía su fuerza y talento como kunoichi. No es que lo necesitara por que era consciente de su gran desempeño que sobresalía de las demás kunoichis de su generación. Pero oírlo de él es algo que no pensó hacer. Un ardor atestó sus pómulos y observó sus pies mientras el sentimiento bochornoso reclamaba su cuerpo.

Silenciosamente emprendieron el viaje de regreso a Konoha, cada uno sumergido en sus propios pensamientos. Al ocultarse la estrella solar nos detuvimos a descansar. El Hyūga encendió la fogata realizando movimientos automatizados. Junto al fuego  y estando más relajada evaluó su muñeca. Dolía al moverla, por lo cual debía inmovilizarla hasta que regresáramos a la aldea.

De su bolsa extrajo una venda que serviría perfectamente. Instantáneamente la banda de algodón desapareció de su mano. Elevó la mirada encontrándo dos orbes malva fijos en ella. Avergonzada observó las flamas de la hoguera entretanto Neji tomaba asiento junto a ella. Su comportamiento anterior la había dejado sin saber cómo dirigirse hacia él nuevamente.

―Dame― ordenó el causante de aquellos sentimientos que la atormentaban.

Sin ganas de contradecirle le ofreció su mano que se encontraba herida. El Hyūga comenzó a pasar la venda alrededor del área afectada sin decir alguna palabra al respecto. Los latidos de su corazón causaban más eco de lo normal ante el silencio sepulcral, por un segundo a Tenten le sobrecogió la idea de que podría estar siendo escuchados.

Al finalizar con ayuda de sus dientes cortó el vendaje, sus delicados y finos labios rozaron levemente la palma de su mano desatando un estremecimiento que alcanzó cada partícula de su cuerpo. Maldijo internamente cuando unas irresistibles ganas de hacer lo impensable le dominaron, Sus ojos avellana observaron detenidamente el objeto de su adicción y como manera para frenarme sus impulsos se mordió fuertemente el labio.

―Listo― habló serenamente, ajeno a la batalla interna que se desarrollaba en la cabeza de la kunoichi.

Confirmó con la cabeza, en señal de agradecimiento suprimiendo aquellos deseos turbios que intentaban someterla.

Como odiaba fuertemente los sentimientos que Neji  Hyūga le originaba y su falta de interés por intentar complacerlos.  


¡Hola queridos!

Ya que regresamos con todo con el blog les dejo la continuación de Gazes, que espero que les haya gustado. Les dejaré un capitulo cada miércoles. Son bienvenidas sus opiniones.   Que es de mis parejas favoritas y les tengo gran aprecio y los verán mucho por aquí.


Saludos, los quiero <3


Úuntulis

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